La multinacional sueca Ericsson anunciaba el pasado mes de mayo que prescindirá de alrededor de 200 de sus más de 3.000 empleados en Italia. Una reducción de personal que afecta a los trabajadores del sector telecomunicaciones y servicios. En la sede principal, la de Roma, 100 personas perderán su empleo. Sus trabajadores han convocado una jornada de cuatro horas de huelga.
Además de los cerca de 200 despidos anunciados recientemente, Ericsson Italia, según fuentes sindicales, prevé que hasta el 2017 otras 600 o 700 personas más se queden sin su puesto de trabajo.
Los empleados denuncian que Ericsson Italia no atraviesa por dificultades económicas que justifiquen estos despidos colectivos. Creen que la estrategia de la multinacional es reducir costes cambiando el personal antiguo y contratando a recién licenciados “aprovechando las deducciones fiscales y la flexibilidad que consiente el Jobs Act”, la reforma laboral aprobada recientemente.
Reunidos enfrente del Parlamento italiano, los empleados de la sede de Roma han protestado mientras una delegación de la empresa hablaba con los diputados de la Comisión de Trabajo para buscar una solución. Los despidos se enmarcan en un programa global de eficiencia del grupo que ha provocado también el despido del 8 por ciento de la plantilla en España y la eliminación de 2.200 puestos en Suecia.
Belén Alarcón, Roma.
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